LUZ DE LOURDES ANGULO, Directora del Instituto de Mediación de México.

Iniciamos un 2021 de grandes eventos. Uno, y que saludamos, empezamos el aprendizaje del arte de la convivencia, que trasciende el de la mera coexistencia, es decir, incrementar las alegrías y aminorar las asperezas de la vida en común. Dos, y que también saludamos, este segundo número de Turbulencias aglutina diversos análisis de gran calado permitiéndonos ver y entender la trama de nuestro tiempo. Y tres, lo condenamos abiertamente, lo sucedido el 6 de enero pasado en Estados Unidos de América que, sin duda, será difícil de olvidar durante mucho tiempo, porque el antecedente más cercano se remonta a dos siglos atrás. En Estados Unidos hubo cuatro presidentes asesinados: Abraham Lincoln y James Garfield en el siglo XIX, y William McKinley y John F. Kennedy en el siglo XX; pero hay que retroceder más de 200 años atrás para encontrar un ataque al Congreso. La evidencia documentada existe y revela que el ataque fue alimentado desde y por Donald Trump. Sí, el Presidente del país de las barras y las estrellas, aunque uno no lo pueda creer. Y sus efectos no serán fáciles de borrar, aun con el tono conciliador de quien asume la Presidencia el día 21. El historiador británico Paul Johnson inicia su libro Estados Unidos, La historia, diciendo que la creación de los Estados Unidos de Norteamérica es la más grande de las aventuras humanas. No hay otra historia nacional que entrañe lecciones tan formidables, no solo para el propio pueblo norteamericano sino también para el resto de la humanidad. Sin duda, las entraña buenas, pero ahora vemos que también malas, como sucede con todos los pueblos del mundo. Y, ciertamente, no edifica una democracia un presidente que no quiso reconocer su derrota y alienta a una turba para impedir que el Congreso (el templo de la democracia) reconozca oficialmente esa derrota. Trump fue, sin duda, la pesadilla del sueño americano.
¿Y en América Latina qué vientos soplan? En Perú tenemos la destitución del Presidente Vizcarra, analizado con minuciosidad por Javier Caravedo Chocano. Y en el epicentro del sistema peruano una galopante crisis de legitimidad. Colombia, la chévere Colombia y las mil y un razones de su democracia callejera, tan bien retratada por Katherine Torres Sánchez. Desde Ecuador, reflexiona en voz alta Juan Dumas (y poniendo muchos puntos sobre las íes), experimentado experto en prevención y resolución de conflictos sociales y ambientales. En el campo de la mediación encontramos la voz profunda de Laura Quiroz Colossio, una apasionada de la mediación escolar. Pasamos la página y enfrente tenemos a Amelia Iruretagoyena recordándonos en estos tiempos de incertidumbre y negativismo, que la mediación regala esperanza, y su artículo nos deja ver un trozo de cielo azul a través de los nubarrones del presente. Georgina Pesqueira, una voz fresca que ahonda en las dificultades de los jóvenes mexicanos para abordar de forma competente sus conflictos cotidianos. Son muchos y son variados. Y exigen respuestas y soluciones.
Más y Turbulencias trae mucho más. Y pretendemos que, en este tiempo de pandemia, recesión económica, incertidumbre global, donde los nubarrones se agolpan en el horizonte, aportar con un arco iris de luces. [T]