Un caso dramático de mediación entre los victimarios de ETA y sus víctimas. Una película imperdible que recrea el caso. Y un tributo al valor de la palabra, la escucha activa y el coraje del perdón.
- Por Daniela Patricia Almirón, Abogada, Mediadora, Directora Ejecutiva de CIEDEPAS Centro Internacional de Estudios sobre Democracia y Paz Social.
Un teléfono suena intermitente, la mujer lo escucha mientras se acicala frente al espejo, aunque sigue con su tarea. El teléfono continúa llamando… y esa insistencia ella lo presiente con un único significado, su esposo ha caído víctima de ETA. La mujer es Maixabel Lasa, quien da nombre a la película dirigida por Icíar Bollaín estrenada el 24 de septiembre en España. Su esposo era Juan María Jáuregui, político socialista asesinado el 29 de julio del año 2000 por un comando de ETA, Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad) en euskera.
Necesito ir unos años más atrás antes de continuar, cuando este tema me llegó muy de cerca en el año 2016 en L´Hospitalet de Llobregat en Barcelona. Es esta una ciudad de 12,4 kilómetros cuadrados con 269.382 habitantes, estadísticamente en la proporción tamaño y cantidad de habitantes, uno de los municipios con mayor densidad de población de Europa.
Se celebraban diez años del servicio de mediación comunitaria y como parte de las actividades estuvo presente el teatro. La mirada del otro producto del Proyecto 43-2, es una recreación construida con rigor histórico y contextual de uno de los procesos de mediación que se llevaron adelante entre victimarios de ETA que se encontraban detenidos y los familiares de sus víctimas. Presos que aceptaron plegarse al proyecto y a sus condiciones, entre las que estaba justamente que no habría una conmutación o cambio de la pena por llevar adelante el proceso de mediación. Los hechos teatralizados habían ocurrido apenas poco más de una decena de años. Tres personajes dentro de una cárcel, una hija a la que ETA mató a su padre, un hombre quien es el victimario de ese padre, una mediadora y una mesa a la que están sentados esa hija y ese detenido. La obra lleva al escenario el proyecto de encuentros restaurativos concretado durante los años 2010 y 2012, con aquellos detenidos por crímenes cometidos como integrantes del movimiento ETA.
Este encuentro es simbólico de todos aquellos que se desarrollaron, con quienes aceptaron hacerlo a cambio de sanar y sanarse.
Ver esta obra de impecables diálogos, construidos a partir de testimonios reales, con voces e imágenes de los protagonistas en el país Vasco, es profundamente conmovedor.
Han transcurrido cinco años, en el intermedio pude ver la obra nuevamente y hoy me encuentra descubriendo el magnífico documental dirigido por Justin Webster, El fin de ETA estrenado en enero de 2017. Este documental transita todo el proceso de conversaciones iniciadas en el año 2000 hasta la Declaración del cese definitivo de la actividad armada por ETA el día 20 de octubre de 2011, recién en 2018 anunció su autodisolución.
El camino de conversaciones transitado fue largo y con intentos de mediaciones tanto en Suiza como en Noruega. El documental comienza con las conversaciones entre el entonces presidente del Partido Socialista de Euskadi, Jesús Eguiguren y el líder de Batasuna Arnaldo Otegi. Participan con sus testimonios también Alfredo Pérez Rubalcaba quien ejerció de vicepresidente del gobierno, durante el segundo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y Maixabel Lasa junto con Ibón Etxezarreta.
Recorre los aspectos políticos, culturales, geográficos e históricos del movimiento ETA. Intentar comprender esta historia de España y que bien nos aporta simbólicamente a unas tantas otras similares en el planeta, solo es posible con una adecuada contextualización de tiempo, lugar, actores, decisiones y efectos. Un documental imprescindible si se quiere conocer seriamente un capítulo de la historia de España que ha marcado varias generaciones y que sigue teniendo una impronta en la actualidad.
Así y con este recorrido arribo en Maixabel cuando apenas han pasado 21 años de la muerte de Juan María Jáuregui y diez que esta mujer valiente y humana tuvo el encuentro con dos de los victimarios. Ella aceptó la propuesta de sentarse a hablar, de escuchar y que la escuchasen, con dos de los tres hombres que iban en ese auto donde se echaban a suerte a quién de ellos le tocaba disparar ese día. Los presos eran Ibón Etxezarreta y Luis Carrasco, con quienes mantuvo sendos encuentros. Blanca Portillo, Luis Tosar y Urko Olazabal se han metido en la piel de estos personajes.
Maixabel Lasa Iturrioz es activista por la convivencia en el País Vasco. Durante los años 2001 a 2012 fue directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco. La decisión de sentarse en estas mesas de construcción de justicia restaurativa, de procesos de sanación, no fue compartida por su entorno, es más fue criticada. Ella lo hacía por decisión propia y porque sabía que su marido habría dado también una segunda oportunidad. En palabras de Maixabel en conversación con su amiga que ha sufrido lo mismo que ella, la pregunta es ¿alguien fuera de tu familia te ha escuchado? Este encuentro restaurativo que le propusieron, era una oportunidad.
La película muestra cómo estos procesos restaurativos, se enmarcaban en un delicado equilibrio entre revivir situaciones dolorosas y restaurar. El objetivo es hacia el futuro, el de cada uno de los integrantes de esa mesa en lo emocional y vital, según Maixabel para las futuras generaciones que crezcan y aprendan a vivir sin rencor.
El film muestra el proceso personal individual de cada uno para poder llegar a los encuentros con los resultados de restauración esperados.
Cada año se realiza en el monte Burnikurutzeta un homenaje a Juan María Jáuregui y de esa manera a todas las muertes causadas por ETA, ese es un momento y un lugar de sanación para unos y otros.
En el año 2012 por decisión del gobierno del estado español, se interrumpió la continuidad de este proyecto tal como estaba diseñado, de poder trabajar con aquellos victimarios de ETA que solicitaran el proceso restaurativo y las víctimas que lo aceptaran.
Parece inimaginable que esto pudiera concretarse, que otras tantas Maixabel y otros tantos Ibon, se mirasen de frente y se restaurasen. En este planeta que habitamos hay más ejemplos de sociedades partidas, divididas y enfrentadas por historias de guerras internas de esta naturaleza. Movimientos que persiguen la obtención de sus objetivos con el uso de la violencia, a su paso dejan un regadero de dolor y destrucción.
Maixabel Lasa declaró que tiene una esperanza y es que la película anime a más personas a llegar a un entendimiento, aun cuando estos procesos son lentos y porque cada persona tiene su ritmo.
El horizonte es una línea que separa el cielo de la tierra y nos enseña que podemos mirar muy lejos. … Se puede mirar desde una ventana, aunque se recomienda salir al campo para verlo. Es una ilusión que en realidad existe. La esperanza vive allí. Si quieres verla cierra los ojos; entonces sabrás que lo que está cerca o lejos depende de ti. Al abrirlos, verás que el horizonte es una línea que une el cielo con la tierra. De Recetas de Lluvia y Azúcar de Mónica Gutiérrez Serna. [T]